martes, 7 de octubre de 2008

Taxi driver



Director: Martin Scorsese

Escritor: Paul Schrader

Fecha de esteno: 8 Febrero 1976 (USA)

Genero: Crimen | Drama


Taxi driver.
Taxista. Es alguien a quién pagas para que te lleve rápido y seguro a casa o a cualquiera sea el sitio de tu destino.
La historia arranca con Travis, (un Robert de Niro apenas reconocible) un ex-Marine en busca de un empleo que le permita ocupar su tiempo libre, como si de un hobbie se tratase.
De Travis nada se sabe.
Es de pocas palabras, de trato amable, inclusive carismático. Habla poco y observa mucho. Es un tipo sencillo, de gustos simples a la vez que xenófobo.
Ve a su ciudad, New York, como una cloaca abierta, por donde pulula toda clase de escoria humana. Proxenetas, gente de color, prostitutas, junkies, borrachos y pordioseros.
Es la lacra social. El enemigo al que derrotar. La basura a la cual eliminar.
Es una mente compleja, dos caras de la misma moneda. Una suerte de dicotomía social contemporánea. El Leif Motiv hacer justicia por tus propias manos.
Si no crees en la policía, si desconoces como funcionan las políticas gubernamentales, si ves la pornografía como otra simple película más de la cartelera de rotativo nocturno, ya es una señal de los tiempos que corren, ya vas entendiendo a Travis, vas compartiendo su visión de rectitud, y lentamente, te unes de manera cómplice en su largo camino para limpiar el infierno en el cual está(mos) inserto(s). Pero para limpiar el infierno, primero hay que hacerse uno con él. Fortalecerse. Compenetrarse. Armarse. Golpear al duro de manera ruda y dura.
Para salvar un alma inocente, hay que ser un demonio.
Cuando te mires al espejo serás apenas un fantasma.
Evitarás tu propia mirada.
Te repetirás ¿Me hablas a mí? una y otra vez.
Para cuando hayas terminado tu labor serás un héroe. La gente te lo agradecerá. Y volverás a ponerte tras el volante, porque tu trabajo es, lo que tú eres.

jueves, 21 de febrero de 2008

Cloverfield



Director: Matt Reeves

Guión: Drew Goddard

Fecha de estreno: 7 February 2008 (Chile)

Género: Acción / Misterio / Sci-Fi / Thriller



Mucho se ha dicho acerca de J.J. Abrahms. Que es el nuevo Stephen King del misterio, el suspenso y la intriga. Que es el creador de un nuevo formato televisivo, y así una extensa lista de calificativos y apelativos.
Innegable es el hecho que el señor Abrahms haya creado a la fecha un par de series bastante interesantes, por decir lo menos, Alias y la adictiva Lost.
Sin embargo, J.J. no descansa en sus laureles.
Cuando finalizó la 3ª temporada de Lost, y antes de que comenzara la 4ª, Abrahms atacó sin ningún bombo ni platillo, con su nuevo hijo, bizarro por lo demás, llamado Cloverfield, y el formato cambió radicalmente. De la televisión al cine y con varios millones de dólares de por medio.

Esta vez ya no estabamos siguiendo a un grupo hetereogéneo de tripulantes perdidos en una misteriosa isla, sino a un cuarteto de amigos, que en medio de una fiesta de despedida de uno de ellos, son testigos, de un extraño ataque, bombardeo, acaosis, que azota su ciudad de residencia. Manhattan.
¿Qué se hace en medio del caos y la desconcertación reinantes?
Pues, cámara en mano, salir a cubrir el suceso y de paso, salvar el pellejo.
Mutilaciones de emblemas patrios americanos, apenas unas apariciones, y no muy claras, de la bestia que destruye libremente todo a su paso.

¡Esto parece Godzilla!

Y sin embargo, no lo es, y sí lo es.
Sabemos que existe un monstruo sediento de destrucción. Ok.
Sabemos que el gobierno está al tanto y como buena república que se dice ser, evacúa a sus impuestos, digo ciudadanos.
Hay militares que están ahí para detener a este poco amable y mega-destructor invasor.

Y ahí es donde radica la gracia y el giro de tuerca respecto al género.

No es el cómo matamos al monstruo, sino, como conservamos la vida mientras nuestras fuerzas de defensa enfrentan la amenaza que representa un ser viviente de origen desconocido y medidas descomunales.

Es el instinto más básico y primordial de un hombre como tal, la sobrevivencia.

Mientras ves como nuestros protagonistas se aferran a la vida, pierdes el aire, te asustas, gritas, tratas de entender como luce el monstruo, piensas en que harías en su situación, te preguntas de que manera reaccionarías en la eventualidad de este tipo de amenaza.

Se te acaba la hora y 20 minutos y quedas con una sensación angustiante.

Miras al cielo, y te alegras de no vivir en Manhattan, y de seguir siendo aún, una nación tercermundista.

jueves, 10 de enero de 2008

Eastern Promises



Director: David Cronenberg

Escritor: Steven Knight

Fecha de estreno: 21 September 2007 (USA)

Género: Crimen / Drama / Misterio / Suspenso


Cronenberg hace buen rato dejó de hacer el cine que le dió un sitial entre los grandes, aquel cine freak, de adicciones y obsesiones torcidas. ¿Es esto lo que se llama madurez artística? Quizá luego de haberse forjado un nombre y un puesto, al fin esté haciendo el cine que siempre quiso hacer. Quizá.

Eastern promises nos inserta en un universo cercano y a la vez distante. Conocido pero lejano.

La historia arranca con una chica embarazada y moribunda pidiendo auxilio. Tras ser trasladada a un hospital, entra en acción una serie de acontecimientos. Anna, la enfermera (Naomi Watts) se queda con el diario de la chica, con el fin de entregar a algún pariente cercano el bebé que acaba de dar a luz la chica. Primer problema/ eslabón, el diario está escrito en ruso.

Se comienzan a desarrollar los eventos, la enfermera en su afán de hacer lo correcto, contacta a un supuesto empleador de Tatiana (la chica muerta). Al hacerlo, conoce a Nikolai (Viggo Mortensen), el chofer de Semyon, un viejo dueño de un concurrido restaurant y a su vez líder de una importante organización mafiosa rusa y a Kirill, hijo de Semyon, un tonto bueno para nada.

A medida que va transcurriendo la cinta, se van revelando detalles de quién era Tatiana, a su vez que van apareciendo nexos muy ligados a Semyon.

Sigue avanzando la película, Naomi Watts se acerca paso a paso a descubrir la verdad, Mortensen no es quién se creía. Inserto en un mundo duro es constantemente sometido a pruebas iniciáticas y cada una es rendida con máximos honores.

Se revela la verdadera identidad de Nikolai, se descubre el secreto que une a Tatiana con Semyon, y que de paso, encubre a Kirill.

Llega el final, se rompe la tensión, y te das cuenta que de Cronenberg no hay ningún elemento reconocible.

Los monstruos perversiones y obsesiones las guardó en el armario, ahora solo cuenta ficciones demasiado posibles como para pasar por alto.